Huir no es ir
—¡Señorita! ¿Por qué huye? — gritó el hombre.
Ella
mirándolo fijamente le dijo.
—porque no encuentro solución—
—porque no encuentro solución—
—¿A
dónde has ido?—replicó el hombre
—A
países lejanos, pero siempre vuelvo— dijo ella
—Y
después de ir y regresar ¿Has encontrado la solución?— le cuestionó nuevamente el hombre.
Ella
bajó la cabeza, pensó algunos minutos y, de su fina boca salió un frío y cruel no.
El
hombre preguntó: Entonces... ¿Por qué te has ido si no has encontrado lo que
buscas? ¿Será porque lo que buscas está aquí y no en países lejanos?
La
joven enmudeció, pensó, pensó y después de un largo y profundo suspiro dijo: No me iré más para huir, la próxima vez que me vaya, será por el deseo de algo
nuevo, no por la búsqueda de algo que está aquí.
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